Capítulo 1

Los pensamientos propios van en cursiva y en naranjo y los flashbacks serán señalados, disfruten y comenten plis :)


-me encanta estar contigo esta noche, te amo — te besó Bill.
-yo también te amo – dijiste sonrojada de pronto Bill comienza a alejarse extrañamente, parecía ser arrastrado por una fuerza sobrenatural.
-¿qué sucede amor? – preguntó extrañado.
-No sé, pero no te vayas – intentaste tomar su mano.
-¿a qué te refieres con eso si no estoy contigo?
-Bill ¿qué dices?, estabas a mi lado.
-no, no estaba, estoy lejos, desde ya mucho tiempo – dijo con un tono diferente.
-¡Bill!, no te vayas, no, quédate.
-Adiós amor. Tal vez para siempre…– Bill desapareció, convirtiéndose en un polvillo que te hizo despertar. Te sentaste de repente, sudada, con el corazón a mil, ahogada y tu almohada humedecida en lágrimas de tristeza.
-¿Qué..?, ¡NO!, otra vez no, te amo, ¿por qué no puedo estar contigo como antes?, ¡Bill! – rompiste a llorar desesperada. Pasó casi una hora, estabas recogida en posición fetal sobre tu cama, abrazando las sabanas que una y otra vez debían sostener tu dolor. Mirabas la foto en el centro que tenías de aquel momento en donde Bill y tú estaban en el centro comercial, aparecían todos…
//Flash back:
Tú: ¿podría llevarme una de tus fotos? – tenias solo un hilo de vos, a Bill se le quebraba el corazón pues no quería dejarte ir.
Bill: si, lleva la que quieras.
Tú: gracias – tomaste una donde estaban todos en el centro y la guardaste – supongo que no iras al aeropuerto – el no respondió – lo tomare como que no iras – suspiraste…
Fin del flash back…//
-ya van meses, poco menos de un año ¿Por qué el amor debe doler así?, ¿Por qué no es como un cuento?, y vivieron… ¿separados por siempre?, ¿por qué? – te tomaste la cabeza, negabas alterada. Ya iban varios meses de la despedida, estabas en tu habitación, desolada sólo deseas volver a ver a Bill, mirarlo a los ojos, ver su tierna y encantadora sonrisa que te hacer sentir completa. Veías sus entrevistas recordando momentos felices, esos maravillosos “te amo”, ya no estaban, el no estaba contigo. Ese reiterado sueño, era de todos los días, todas las noches torturándote, haciendo te crees un mundo feliz, pero luego te mostraba la cruda realidad. Estabas decidida a tratar, si te rindes jamás lograras nada. Tomaste tu teléfono y llamaste a Fran, estabas impaciente, un tono, dos tonos, tres tonos, cuatro tonos, cortaste y aventaste el teléfono contra la pared
-¿Por qué duele así? Sé que debo tratar…
Tomaste un bolso y empacaste ropa, artículos de higiene, tu teléfono que afortunadamente seguía en una pieza, un reproductor musical y dinero. Finalmente la foto sobre ustedes la guardaste cuidadosamente, la miraste un momento hipnotizada, luego le dejaste una nota a tu madre, la cual decía lo siguiente…
Mamá: Siento mucho dejarte, pero necesito despejar mi mente y mi adolorido corazón, no sabes cuánto te amo, pero en el fondo de mi alma pertenezco a alguien que no está en (tu país). Sólo no quiero que te preocupes, estaré bien, cumpliré pronto mis dieciocho años, puedo cuidarme solita. Te ama tu querida hija menor, (tu nombre). p.s. llevo dinero suficiente, no te preocupes por nada, volveré, eso te lo aseguro.
Tomaste el primer vuelo a los Ángeles, Estados Unidos y fuiste a la casa de los Kaulitz…