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lunes, 21 de febrero de 2011

Capítulo 27

Ambos cerraron los parpados intentando conciliar el sueño…

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-¿Escuchaste eso?
-Sí, el perro de Fran tampoco me dejó dormir — Ocultaste tu rostro bajo las sábanas y te diste una vuelta ya que te gustaba tener “tu metro cuadrado”. Cuando viste las sábanas irse, el rostro de Bill girar, luego la madera de la cama y sentiste un fuerte dolor en tu codo, pelvis y tobillo — Lo olvidé. — te quejaste levantando la cabeza.
-Cama individual — rió Bill tomando tu mano y guiándote nuevamente al lecho. — ¿te dolió mucho?
-Ni tanto, sólo… — acomodaste una mano en tu espalda y empujando el abdomen había delante un sonoro crujido se escuchó. — ya está. — sonreíste risueña.
-Eso hace mal para tu columna — dijo el pelinegro formando una almohada con sus brazos entrelazados.
-Lo sé, pero no podía evitarlo. — sonreíste inocente.
-Jajá — rió bajo y comenzó a jugar con tu cabello, lo enrollaba en su dedo para luego desenvolverlo. Así estuvieron un largo rato.
-Mmm… — dijiste ronca — ¿Qué hora…? — y un gallito se escapó haciendo que ambos rompieran en carcajadas. Aclaraste tu garganta y repetiste la pregunta. — ¿Qué hora es amor?
-Déjame ver — dijo con gallitos falsos burlándose de ti. — son las 8.18, 8.20 prácticamente. Qué tal si nos duchamos, vestimos, despertamos a los chicos y volamos donde David.
-Buena idea. — con pocas ganas impulsaste las sábanas con los pies y de un salto te paraste corriendo al baño, diste un vuelta rápida al pestillo dorado y apoyaste tu espalda contra la pared.
El vocal chocó contra está perdiendo el equilibrio cayendo de culo al piso. Gateó hasta la hendidura y espió molesto.
-¡Quería bañarme contigo! — refunfuño golpeando el centro de la puerta.
-¡Oh! Qué pena, me ducharé sola, solita, tan sola como un dedo.
-Los dedos tienen otros 4 acompañan… hey, ¿hay cuatro personas ahí adentro? — replicó fingiendo estar molesto.
-No, sólo yo.
-¿Entonces?
-¿Qué? — Bill no respondió, todo era parte de su plan. — ¿te enojaste? Bill, ¿cómo pedos habría alguien aquí adentro? — Alzaste los brazos nuevamente sin respuesta. — okey, revisaré todo ¿sí? — caminaste hasta el lavamanos y afirmaste ambos codos en el borde. — Nada en el lavamanos. — cambiaste la mirada al w.c. — en el váter tampoco — te miraste el espejo y arreglaste un poco tu cabello ¿cabello? No, nido de pájaros. Luego corriste la cortina viendo el interior de la bañera — y nada en la ducha ¿feliz? — sin respuesta, ya comenzabas a cabrearte, repasaste tu pelo otra vez, refregaste tus ojos y corregiste tu ropa interior. Estiraste tu mano alcanzando la brillante manilla y la giraste. — ¿seré idiota o retrasada mental? — sin soltarla, con tu mano libre quitaste el cerrojo y abriste la puerta. —¿Bill? ¿Aun estás…? ¿Bill?
-¡Sorpresa! —este se escurrió veloz dentro tomándote de la cintura, y mientras tanto con la otra mano cerró de un portazo.
-¡Tramposo!
-Au, me pegué el mi dedito.
-¿Cuál?
-El del pie.
-¿Cuál de todos?
-El pequeño, ese — reitero apuntando su adolorido meñique.
-Oh, déjame verlo — el acercó su pie y tú hiciste una palanca con tu dedo medio y el pulgar pegándole suave.
-¡Auch!, sólo por eso tendrás que ducharte conmigo.
-Que castigo… — dijiste sarcástica.
-Entonces…— sujeta tu nariz extrañamente.
-¿Bill? — dijiste seria.
-¿Qué? — dijo muy concentrado.
-¿Qué se supone que haces?
-Concentro mis poderes para despegar tu nariz y poder robártela.
-¡¿Qué?! No, es mía. — dijiste mientras alejaba fugaz su mano de tu rostro. — ¿Qué hiciste? — ocultaste tu cara.
-Robé tu nariz, no decías que era poco castigo ¿eh? ¿qué tal ahora?
-Es mía.
-Ya no más.
-Bill, por favor, es mi pequeña.
-Primero báñate conmigo y luego pensaré en entregártela.
-Vale.
-¡Sí...! Oh no.
-¿Qué pasa ahora?
-Tu nariz…
-¿Qué tiene mi nariz?
-Se me cayó.
-No.
-Sí.
-Búscala.
-Eso hago.
-No te veo trabajando, ¡chicotea los caracoles! [no los chicoteen QQ].
-La tengo.
-A la ducha.
-Oh sí. — dijo dando el grifo y regulando la temperatura mientras tú te quitabas la poca vestimenta que traías arrojandola por los aires.
-¿Listo?
-Sí, perfecta. — sonrió dándote la espalda mientras bajaba sus bóxers. Con un pie reafirmo que el agua seguía bien y entró. — Ven desnarizada, está deliciosa.
-Okey — entraste fulminándolo con la mirada.
-Para haber dormido tan mal te ves hermosa — susurró en tu oído mientras apoyaba sus manos en tus caderas.
-¿Qué tratas de hacer? — alzaste una ceja picara.
-Nada… ¡Hey! cochina. — reíste por lo bajo mientras tomabas el jabón. — pero si eso quieres, eso te daré. — abriste los ojos y el jabón saltó de tu mano creando un sonido gracioso.
-¿Qué?


Wujú! Lo sé, está un poco corto, pero subí, eso es bueno. Las dejo mis pequeñas [no más que yo xD] :D Comenten, please.

P.s.: Sí está aburrido es porque no tengo mucha inspiración, tengo que trabajar mucho con mi mamá, "entro" a las 11 y salgo normalmente a las 9, 9 y algo, si no pido permiso y salgo a las 5 o 6 ): Whatever, las quiero, espero anciosa sus comentarios QQ Bye

1 comentario:

  1. aaw ame el cap!!! :D no omporta si es ta un poco corto! lo que importa es qu subistes :D! ti quiero pulgis!

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