Capítulo 19

Aquí tienes Andy, tu dichoso capítulo xd *w*


Cayeron dormidos intercambiando miradas...

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-¿Entonces me está diciendo que no va a matarme? — preguntó Bill para confirmar.
-No soy la “vieja de mierda”. Soy la suegra buena onda — dijo tu madre entre risas palmeando la espalda de su yerno.
-Si me doy cuenta — dijo Bill también riendo mientras la abrazaba.
-Amor — dijiste mirando la hora en tu celular.
-Sí mi vida.
-Acabo de recordar que dejamos a Georg sólo, ya son las 3 de la tarde, podríamos ir a visitarlo, ya debe estar loco con Fran jajá.
-¡Sí! Jajá.
-Ok — te levantaste y agarraste un polerón, ya que estaba un poco helado, los días habían estado nublados en (Tu ciudad) últimamente — adiós mamá.
-Nos vemos hija, nos vemos mi yerno paliducho — Bill se sonrojó, tu le tomaste la mano y salieron. Caminaron despacio hasta la casa de Fran, el trayecto no era muy largo, tal vez 4 o 5 cuadras (1 cuadra = a 1oo metros), sin importar el frío compraron un helado en cono de chocolate y frambuesa, lo compartieron por el camino, rieron y quedaron con toda la comisura de los labios repleta de helado. Al estar en la puerta de Fran aun les quedaba la mitad del susodicho, por lo tanto, antes de tocar el timbre lo acabaron rápidamente para que Georg y Fran no lo comieran. Al tocar les abrió la hermana de Fran, Daniela, como la casa de Fran es "tu casa", luego de saludar a Daniela sin más demoras ni esperar algo, subieron las escaleras atenta por si aparecía el condenado perro pudul de su hermana. Al estar ya en la puerta te fijaste en que estaba con cerrojo, no porque intentaras abrirla, por más "hermanas" que fuesen, siempre tocabas, sino que el pestillo estaba horizontal, de modo que miraste por la ventana de su habitación.
-Jajá, quién lo diría ¿no? ¡Ay Fran…! y según tú, no te ladra ni un perro.
-¿De qué hablas (Tu nombre)? — preguntó el vocal, haciendo una leve presión en tu hombro apartándote para que le permitieras ver.
-Ven y velo por ti mismo — acto seguido le cediste un espacio para mirar.
-¡Fran y Georg! — Gritó asombrado llevando una mano a su boca — ¿no que a Georg le gustaba Fede y a Fran le gustaba Tom?
-¿Bill? — Susurró Fran dándose media vuelta cuando despertaba. Esta estaba sujetada de Georg por la espalda, al dormir se movió y estaba al borde de la cama — ¿Qué hacen espiando? Mierda Georg — lo soltó cayendo al piso, e intentó pararse pero volvió a tropezar con la alfombra.
-Fran… ya despertaste linda, ¿por qué tan alterada? — la ayudó a levantarse del piso y la abrazó por la espalda. Pero la castaña le susurro al oído.
-(Tu nombre) y Bill están espiando por la ventana.
-¿Y? — preguntó Georg sin darle importancia.
-Amh, estoy incómoda — dijo ruborizada dándoles la espalda mientras Georg la tenía aprisionada.
-¡Fran! — Exclamaste abriendo la puerta — Georg, debo presentarte a tu gemela maligna.
-¿De qué hablas? — cuestionó el bajista.
-Sólo ven, si es que no los interrumpimos claro — Bill y tú los miraron levantando las cejas y echándose a reír.
-Claro, los seguimos — dijo Georg.
-Te dije que no era buena idea que vieran — reclamó Fran.
-¡Ay! ¿Qué tiene? — balbuceo Georg inseguro.

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-Ya he tocado el timbre ¡cinco veces! Y no abre la yegua — dijiste un poco molesta, repitiendo la acción nuevamente, pero esta vez más ruda.
-¡(Tu apodo)! — Escuchaste un grito y volteaste hacia todos lados — ¿no te habían atropellado? ¿Y estabas muerta?, estaba preocupada — se escuchó una voz femenina, y una silueta delgada venía hacia ustedes a "toda" velocidad.
-Digamos que no corre muy rápido, no es la persona más deportiva del mundo — informaste muy divertida a los chicos — Hey, ¿qué me habían atropellado? ¡Nicole! — vociferaste.
-Ya voy, espera — dijo la chica, hasta que llegó a tu lado y cargó una mano en tu hombro jadeante — no me molestes, quiero agua — dijo sacando las llaves de su casa para quitar el seguro de la reja.

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-Y… ¡oi!, que me cansé, necesito hacer más ejercicio — pensó en voz alta de dueña de casa — tal vez ir al gimnasio — dijo mirando su abdomen.
-Estás aguadita — dijiste burlándote.
-Cállate. Momento… Bill — pronunció sin aliento — se me va de nuevo la respiración. ¿Cómo…? ¿Conoces a Bill Kaulitz? — preguntó.
-¡Ah! — Fingiste asombro llevando tus manos a la boca — es Bill Kaulitz, ¿cuándo llegó a mi lado? ¿Pero cuándo pasó esto?
-Amor — dijo el vocal cuando sujeto tu mentón con su mano derecha inclinándote por sobre Fran para besarte.
-No tan cerca por favor, mi mente es sana para ver estas cosas — se quejó tu mejor amiga exagerando con mímica.
-Para, para, para. ¿Qué onda entre ustedes? — los miró seria con cierta mirada un tanto psicópata juntando ambos dedos índice con el resto entrelazados queriendo decir “sexo?”. Ambos quedaron a cuadros. Que directa! Jajá, ah Nicole.
-Bueno, somos novios — te miro tiernamente tu otra mitad.
-Oy, que leeendo — dijo Nicole abrazándolos.
-Oye Georg — dijiste entusiasmada — si no te has dado cuenta porque no despegas los ojos de Fran… — todos rieron exceptuando a Georg, se cruzó de brazos haciendo pucheros — déjenme terminar jajá. Nicole es tu gemela.
-¿Quién es Nicole? — preguntó Georg observando a Fran, tal y como habías mencionado.
-Mira a cada persona y descubre quien es — ordenaste rodando los ojos.
-Mmm… — articuló dando a conocer que pensaba — Yo. Fran, babas. Bill. (Tu nombre). Chica descono… mierda — y abrió los ojos como plato y tanteó la cara de Nicole. Esta a su vez repitió la acción, y todo lo que Georg hacía ella lo renovaba. Hasta que ambos exclamaron emocionados
-¡¡HERMANA!!
-¡¡HERMANO!!
Todos se echaron a reír.
-Eres muy linda ¿ah? Hermosa diría yo... y muy pero MUY sexy — le dijo el castaño a tu amiga.
-Ok — dijo Nicole simulando estar aterrada y traumada — no sé si enojarme, reírme, pegarte, o hacerme una cirugía plástica urgente… No has pensado… ¿Qué tal vez tú tengas cara de chica?
-Tal vez… No, imposible — dijo orgulloso.
-Mientras no está Tom puedes dártelas de Dios ¿verdad? — bromeo Bill, mientras Georg lo fulminaba con la mirada, el grupo exceptuando el bajista reía alegre.
-Saben… acabo de darme cuenta… — dijo Fran sin terminar la línea, entonces la miraste y dijeron al unísono.
-¡Que tengo un hambre de cojones!
-Yo invito a cenar, ¿les parece? — incitó Bill, a lo que el resto contestó con distintas respuestas afirmativas…


Creo que ha quedado un poco largo para mis reglas, mínimo 500, este tiene como más de 10000 xd Comenten nenas!! x3